WANDERWALL (2009). Nike Harajuku Flagship Store. Tokio (Japón).
· Emplazamiento: Tokio (Japón).
· Superficie construida: 950 m2.
· Cliente: Nike.
Texto: Lola Puértolas.
· Cliente: Nike.
Texto: Lola Puértolas.
CÓMO DAR EN EL BLANCO.
Pese a la revolución de la compra por Internet y su continuo crecimiento, el punto de venta físico sigue siendo el lugar donde las compañías buscan, además de vender, transmitir sensaciones al consumidor. Un resultado satisfactorio depende de muchos factores y algunos de los más importantes hacen referencia al interiorismo, disposición del producto o ejecuciones que en ocasiones se podrían calificar de obra de arte contemporánea. La tienda insignia ofrece una experiencia muy diferente para los usuarios, acostumbrados a la aburrida y predecible rutina de los espacios cotidianos de las ciudades. Está envuelta en un aire de imprevisibilidad y descubrimiento, ofreciendo a los compradores prácticas poco habituales y siempre diferentes.La propia imagen de la marca ha servido para concebir esta tienda generando soluciones creativas y visualmente muy potentes. Situada en una de las zonas más comerciales de Tokio, Harajuku, se utilizan elementos deportivos y de diseño para configurar esculturas, muebles y paramentos que dan una sensación sorprendente del espacio comercial e incentivan el consumo.La propuesta de Wonder-Wall es la de volcar todo el universo de la marca en un espacio de 950 m2 dividido en tres alturas.
En el interior Wonder-Wall mezcla la artesanía y el diseño actual con una ingeniería punta. Pero proyectar una tienda no solamente es ofrecer mercancía selecta a clientes potenciales. Todo está dividido por plantas en zonas específicas, múltiples secciones donde son expuestas las últimas colecciones de fútbol, running y streetwear, además de otras líneas en un showroom de lujo.La planta principal es la clásica tienda de la empresa. El elemento central es una gran escalera sobre la que cuelga una lámpara elaborada a partir de 400 pares de zapatillas de cuero modelo Dunk en color blanco. Llama la atención y es además una estrategia brillante de reutilización promovida por su programa de sostenibilidad. Todas las paredes están repletas de estanterías de madera donde se exhiben los modelos más exclusivos, incluyendo una nueva versión especial de las Air Jordan. Tras ellas un collage negro adorna los tabiques: una especie de azulejos creados a partir de suelas oscuras que homenajean a las primeras Nike Waffle. También destaca una lámpara de araña hecha con etiquetas. El Just do it también está presente en la decoración: un muro formado por 1.600 hormas blancas sirve como base sobre la que pintar el lema en rojo. El suelo, con acabados de madera, tiene dibujadas en plateado las calles de una pista de atletismo para que los usuarios puedan probar las mercancías in situ. La primera planta, dedicada al corredor, está inspirada en los antiguos gimnasios de estilo americano con vigas de madera en el techo. En este nivel se encuentra el programa NIKEiD, el primero de Japón. Encapsulado en vidrio y con acabados en acero inoxidable, es un espacio interactivo donde los consumidores pueden crear sus propias zapatillas y customizarlas según sus preferencias: color, tamaño, forma, estilo, diseño, suela, texto personalizable, escudos, etc. A la segunda planta, dedicada por completo al fútbol, se accede por una escalera de caracol. En ella se ubica la segunda Bootroom del mundo (la primera se ubica en el Niketown de Londres) totalmente dirigida al mundo del soccer. Un escudo hecho de grapas, unas ventanas decoradas con varios pares de botas y una pequeña pista de césped donde dar patadas a un balón forman el denominado tercer espacio donde los clientes vienen a relajarse y a reunirse con sus amigos.Este proyecto es un claro ejemplo de cómo transmitir bien la experiencia de marca a través del diseño. De hecho, al estilo de una tienda Apple, funciona más como un punto de referencia que como una simple sucursal. Todo el mérito se lo deben a Wander-Wall. Ya lo dicen sus competidores: Impossible is nothing.
Pese a la revolución de la compra por Internet y su continuo crecimiento, el punto de venta físico sigue siendo el lugar donde las compañías buscan, además de vender, transmitir sensaciones al consumidor. Un resultado satisfactorio depende de muchos factores y algunos de los más importantes hacen referencia al interiorismo, disposición del producto o ejecuciones que en ocasiones se podrían calificar de obra de arte contemporánea. La tienda insignia ofrece una experiencia muy diferente para los usuarios, acostumbrados a la aburrida y predecible rutina de los espacios cotidianos de las ciudades. Está envuelta en un aire de imprevisibilidad y descubrimiento, ofreciendo a los compradores prácticas poco habituales y siempre diferentes.La propia imagen de la marca ha servido para concebir esta tienda generando soluciones creativas y visualmente muy potentes. Situada en una de las zonas más comerciales de Tokio, Harajuku, se utilizan elementos deportivos y de diseño para configurar esculturas, muebles y paramentos que dan una sensación sorprendente del espacio comercial e incentivan el consumo.La propuesta de Wonder-Wall es la de volcar todo el universo de la marca en un espacio de 950 m2 dividido en tres alturas.
En el interior Wonder-Wall mezcla la artesanía y el diseño actual con una ingeniería punta. Pero proyectar una tienda no solamente es ofrecer mercancía selecta a clientes potenciales. Todo está dividido por plantas en zonas específicas, múltiples secciones donde son expuestas las últimas colecciones de fútbol, running y streetwear, además de otras líneas en un showroom de lujo.La planta principal es la clásica tienda de la empresa. El elemento central es una gran escalera sobre la que cuelga una lámpara elaborada a partir de 400 pares de zapatillas de cuero modelo Dunk en color blanco. Llama la atención y es además una estrategia brillante de reutilización promovida por su programa de sostenibilidad. Todas las paredes están repletas de estanterías de madera donde se exhiben los modelos más exclusivos, incluyendo una nueva versión especial de las Air Jordan. Tras ellas un collage negro adorna los tabiques: una especie de azulejos creados a partir de suelas oscuras que homenajean a las primeras Nike Waffle. También destaca una lámpara de araña hecha con etiquetas. El Just do it también está presente en la decoración: un muro formado por 1.600 hormas blancas sirve como base sobre la que pintar el lema en rojo. El suelo, con acabados de madera, tiene dibujadas en plateado las calles de una pista de atletismo para que los usuarios puedan probar las mercancías in situ. La primera planta, dedicada al corredor, está inspirada en los antiguos gimnasios de estilo americano con vigas de madera en el techo. En este nivel se encuentra el programa NIKEiD, el primero de Japón. Encapsulado en vidrio y con acabados en acero inoxidable, es un espacio interactivo donde los consumidores pueden crear sus propias zapatillas y customizarlas según sus preferencias: color, tamaño, forma, estilo, diseño, suela, texto personalizable, escudos, etc. A la segunda planta, dedicada por completo al fútbol, se accede por una escalera de caracol. En ella se ubica la segunda Bootroom del mundo (la primera se ubica en el Niketown de Londres) totalmente dirigida al mundo del soccer. Un escudo hecho de grapas, unas ventanas decoradas con varios pares de botas y una pequeña pista de césped donde dar patadas a un balón forman el denominado tercer espacio donde los clientes vienen a relajarse y a reunirse con sus amigos.Este proyecto es un claro ejemplo de cómo transmitir bien la experiencia de marca a través del diseño. De hecho, al estilo de una tienda Apple, funciona más como un punto de referencia que como una simple sucursal. Todo el mérito se lo deben a Wander-Wall. Ya lo dicen sus competidores: Impossible is nothing.
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