· Diseñadores: Simon Conder Associates.
· Ubicación: Londres (Reino Unido).
· Superficie: 116 m2.
· Ubicación: Londres (Reino Unido).
· Superficie: 116 m2.
Los clientes eran una periodista y un fotógrafo que compraron este local en el segundo piso de un edificio industrial del siglo XIX. Contrataron los servicios del estudio Conder para convertirlo en una vivienda con despacho. Tuvo que llevarse a cabo con presupuesto limitado. El objetivo era crear ambientes amplios y luminosos que además estuvieran intercomunicados. Esta premisa es especialmente importante entre la cocina y el salón para facilitar la conversación entre el cocinero y sus invitados. Por otra parte era necesario crear superficies de almacenaje amplias, y el estudio debía ser independiente de la vivienda.
Dado que la superficie útil estaba limitada, la decisión clave consistió en no subdividir el espacio en estancias sino en crear una atmósfera común organizada con particiones móviles. Todas las instalaciones y los armarios se acomodaron en la pared trasera. Paralela a ella se sitúa una gran pieza de mobiliario que alberga la cocina y el baño. Este último se compone de módulos independientes: uno para el lavabo, otro para el inodoro y otro para la ducha. Aún así, pueden utilizarse de forma conjunta desplegando las puertas en cada extremo. Al mismo tiempo, cuando el baño no se usa, el espacio entre el mueble y la pared sirve de circulación alternativa entre la cocina y el dormitorio. Una hueco se aumentó de dimensiones enfrente de la bañera para disfrutar de luz natural y vistas de la ciudad.
Lejos de complicaciones constructivas, esta pieza de mobiliario se resuelve mediante un entramado de montantes, cubierto interior y exteriormente por planchas de madera. Como volumen se levanta del nivel del suelo para dar paso a las instalaciones y al mismo tiempo conseguir sensación de levitación y ligereza.
El ahora amplio espacio enfrente de la pieza se divide en diferentes zonas por medio de armarios móviles que resuelven todas las necesidades de almacenaje de la vivienda: ropa y enseres con el situado entre el dormitorio y salón; televisor, libros y material de oficina entre salón y despacho.
Dado que la superficie útil estaba limitada, la decisión clave consistió en no subdividir el espacio en estancias sino en crear una atmósfera común organizada con particiones móviles. Todas las instalaciones y los armarios se acomodaron en la pared trasera. Paralela a ella se sitúa una gran pieza de mobiliario que alberga la cocina y el baño. Este último se compone de módulos independientes: uno para el lavabo, otro para el inodoro y otro para la ducha. Aún así, pueden utilizarse de forma conjunta desplegando las puertas en cada extremo. Al mismo tiempo, cuando el baño no se usa, el espacio entre el mueble y la pared sirve de circulación alternativa entre la cocina y el dormitorio. Una hueco se aumentó de dimensiones enfrente de la bañera para disfrutar de luz natural y vistas de la ciudad.
Lejos de complicaciones constructivas, esta pieza de mobiliario se resuelve mediante un entramado de montantes, cubierto interior y exteriormente por planchas de madera. Como volumen se levanta del nivel del suelo para dar paso a las instalaciones y al mismo tiempo conseguir sensación de levitación y ligereza.
El ahora amplio espacio enfrente de la pieza se divide en diferentes zonas por medio de armarios móviles que resuelven todas las necesidades de almacenaje de la vivienda: ropa y enseres con el situado entre el dormitorio y salón; televisor, libros y material de oficina entre salón y despacho.
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